Incienso de kratom

Hay personas que les gusta el incienso de kratom por sus propiedades relajantes además de su rico perfume. La preparación aromática con este vegetal libera un humo fragante que suele ser comparado al aroma de algunos tés verdes y blancos. En algunas sociedades del sudeste asiático, el incienso de kratom es utilizado desde hace milenios no solo teniendo como objetivo el confort y bienestar personal sino también con fines ceremoniales.

La historia del incienso se remonta a miles de años atrás. Según inscripciones en templos, dibujos rituales muestran que ya en el antiguo Egipto el incienso era utilizado en ceremonias. Los fenicios llevaban en sus navios leños de incienso para comerciar con el mundo hasta entonces conocido. Hay relatos de la Roma antigua acerca de las transacciones de incienso con Arabia, la zona del Mar Rojo e inclusive China. Los inciensos provenientes de Java y Sumatra se hicieron conocidos en la Europa renacentista por su calidad entre los siglos XV y XVI. Recordémonos que Sumatra es uno de los principales centros de producción de kratom del mundo.

El uso del kratom como incienso es puramente ambientador y para relajación, e inclusive hay gente que lo mezcla con otros aromas de su preferencia para complementar la experiencia deseada, ya sea con hierbas secas o al añadir gotas de aceites esenciales. Hay inúmeras maneras y mezclas para quemar el incienso de kratom; todo depende exclusivamente de lo que funcione mejor para cada persona.

«El efecto más evidente del uso del kratom como incienso es la sensación de relajación proporcionada por la inhalación de la quema su polvo. Pero atención: la quema del polvo de kratom debe ser administrada solo y exclusivamente como incienso.»

La cantidad de kratom necesario para encender un incienso estándar es de aproximadamente 5 gramos, que debería ser suficiente para perfumar el aire con su aroma por al menos una hora. El polvo de la hoja de kratom no suele quemarse solo, así que es necesario el uso de un quemador de incienso, una caña de bambú o un disco de carbón vegetal como base para disfrutar de la experiencia terapéutica.

El efecto más evidente del uso del kratom como incienso es la sensación de relajación proporcionada por la inhalación de la quema su polvo. Pero atención: la quema del polvo de kratom debe ser administrada solo y exclusivamente como incienso. El kratom jamás debe ser fumado o inhalado de cualquier otra forma, pues más allá de su ineficacia, puede causar daños al organismo humano. El kratom no es una droga para que uno lo use de manera irresponsable buscando diversión.

Como recomendación general, al encender cualquier tipo de incienso, uno nunca debe olvidarse de mantener la circulación del aire, debido a la liberación de gases tóxicos como el monóxido de carbono y el dióxido de azufre. Asegurarse siempre que al encender el incienso no haya materiales inflamables o combustibles cerca del área de quema es imprescindible. Es fundamental que el humo sea claro: si es oscuro o está muy concentrado, algo no va bien y es mejor apagarlo. Y por último, pero no menos importante: elegir siempre el incienso natural en vez de sintético es de extrema importancia, pues estos últimos pueden contener sustancias peligrosas. Asimismo, se recomienda no exponerse más de dos o tres horas directas a la quema del incienso.

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